Catorce compañías argentinas se comprometieron a adoptar políticas tendientes a cerrar la brecha entre empleados y empleadas en el ámbito privado.

Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la brecha de género en el ámbito privado en América Latina está todavía lejos de cerrarse. Solo el 2% de las empresas de la región tienen a una mujer en el rol de CEO, y su participación en el mercado laboral es del 52%, mientras que para los varones, es el 80%. En tanto, la diferencia salarial es en torno al 22%.

Es cierto que el avance educativo de las mujeres en América Latina fue notable (de acuerdo al informe Brechas de Género en América Latina presentado por CAF este año, en 1992 los hombres las aventajaban en casi 5 meses de educación en promedio, pero hacia 2015 esa brecha se revirtió a favor de las mujeres, que ahora aventajan a los hombres en casi un trimestre), pero cuando se trata del mercado laboral, los números no se ven reflejados. La explicación a esto puede encontrarse en la dedicación de las mujeres al trabajo doméstico y de cuidado (2 a 5 veces más que los varones, según ONU).

Frente a este escenario, y con el objetivo de achicar la brecha en el mundo privado, catorce empresas argentinas firmaron un compromiso para implementar políticas de género en sus lugares de trabajo. El programa al que suscribieron, “Ganar-Ganar: la igualdad de género es un buen negocio”, es promovido por la división Mujeres de la ONU, la delegación local de la Unión Europea y la Organización Internacional de Trabajo (OIT).

Dichos organismos y las compañías firmantes celebraron el acuerdo en una locación impensada años atrás para llevar adelante un evento de este tipo: el Centro Argentino de Ingenieros (se trata de una carrera en la que se inscriben en promedio un 30% de mujeres por año), en conjunto a Schneider Electric.

Las empresas que se comprometieron a implementar los Principios de Empoderamiento de las Mujeres (WEPs) son Ampatel SA, AG sustentable, Bristol-Myers Squibb, Cielos Pampeanos, Envision Argentina, Farmacity, Ghidini Rodil, Grupo INSUD, Medtronic, Natura, VMLY&R, Sinteplast, Smart Pop, e YPF. Pero, ¿a qué se comprometen exactamente y cómo se monitoreará la efectividad en la implementación de dicho programa?

En diálogo con ámbito.com, Florence Anne Raes, representante de ONU Mujeres en Argentina, explicó que el programa promueve “el empoderamiento económico y el liderazgo”, a través de la adopción por parte del mundo privado de una plataforma de principios que van desde “incorporar mujeres, prevenir el acoso dentro de la empresas, hasta poder desarrollarse y crecer, con prácticas tales como reuniones en horarios razonables para las que tienen a cargo las tareas de cuidado de sus hijos”.

“El principal objetivo es lograr un cambio cultural en la empresa, y para esto los vamos a acompañar en el lugar de trabajo”, añadió Raes. A su vez advirtió que a las empresas que participen “se les va a hacer una evaluación de monitoreo”, aunque señaló que la iniciativa “no contempla sanciones” porque entienden que “se trata de un proceso de transformación constante”.

La representante de ONU Mujeres en Argentina destacó que para participar del programa “Ganar-Ganar” no hay requisitos más que “la voluntad política de hacerlo”. Sin embargo, vale aclarar, las empresas deben estar registradas formalmente. Aquí queda en evidencia otra de las brechas de género, y es la que da cuenta de que las mujeres son las más afectadas por el trabajo informal (se calcula que solo el 60% trabaja “en blanco”).

Al respecto, Raes reconoce que aun resta mucho trabajo por hacer. “En Argentina hay una buena legislación, pero la falla está en la implementación de presupuesto para estas políticas y también, en la mentalidad, debe trabajarse mucho en las escuelas, con los jóvenes, y eso lleva tiempo”